El stretching es una práctica de estiramiento cuyo objetivo principal es mejorar la flexibilidad muscular, aumentar el rango de movimiento de las articulaciones y promover la relajación del cuerpo. A través de diversos ejercicios de estiramiento, se busca alargar los músculos y reducir la rigidez, lo que ayuda a prevenir lesiones, mejorar la postura y aliviar la tensión acumulada.
Existen dos tipos principales de stretching:
Estático: Implica mantener una posición de estiramiento durante un tiempo prolongado, generalmente de 15 a 60 segundos, permitiendo que los músculos se alarguen y relajen.
Dinámico: Consiste en realizar movimientos controlados que llevan a los músculos a su rango completo de movimiento, como parte de un calentamiento antes de una actividad física más intensa.
El stretching es comúnmente incorporado en rutinas de ejercicio, danza, acrobacias y entrenamientos aéreos como las telas o el aro, ya que mejora tanto el rendimiento físico como la movilidad general del cuerpo.